"En VitaSport estamos comprometidos con tu bienestar y rendimiento. Mantente al día con lo último en nutrición deportiva y consejos de salud a través de nuestro blog Vida Activa. Descubre cómo nuestros suplementos de alta calidad pueden elevar tu entrenamiento y optimizar tu recuperación. ¡Sigue con nosotros para más novedades y recomendaciones expertas!"
Proteína Limpia | Quemadores de Grasa
Tiendas de Proteína Limpia en Colombia
Aunque el ajo ha sido utilizado durante milenios por diversas culturas, lo que realmente nos interesa es entender qué dice hoy la ciencia sobre sus beneficios.
Lejos de ser una simple especia, el ajo contiene una amplia variedad de compuestos bioactivos con potencial efecto positivo sobre la salud.
Los más relevantes son los compuestos organosulfurados como la alicina, el ajoeno y los dialil disulfuros, todos ellos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas y reguladoras del metabolismo [estudio].
Estos compuestos podrían modular rutas como la del factor nuclear kappa B, involucrada en inflamación crónica, o la del AMPK, una enzima clave en el metabolismo energético y la sensibilidad a la insulina.
🎞️👆 Principales efectos atribuidos al ajo (Allium sativum) Resumen gráfico de las propiedades más estudiadas del ajo, basadas en investigaciones preclínicas y algunos ensayos clínicos en humanos.
Se incluyen efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antimicrobianos, antivirales, cardioprotectores, hepatoprotectores, antidiabéticos y anticancerígenos. Aunque la mayoría de estas acciones han sido descritas en estudios mecanísticos, no todas cuentan con evidencia robusta en humanos. Fuente.
¿Cómo se activa el poder del ajo?
Los beneficios del ajo dependen en gran parte de cómo lo consumimos. Al machacar o cortar el ajo crudo se activa la enzima aliinasa, que transforma la aliina en alicina, una molécula con alto potencial biológico.
Sin embargo, esta sustancia es altamente inestable y se descompone con facilidad, lo que afecta su absorción y eficacia en el organismo [estudio].
Por eso se ha investigado el uso de formatos alternativos como el ajo añejado, los extractos o los suplementos, que mejoran la estabilidad y la biodisponibilidad de estos compuestos.
También se ha observado que su absorción puede depender de otros factores dietéticos: por ejemplo, el consumo junto a proteínas puede reducir su disponibilidad, mientras que las grasas saludables pueden favorecerla.
Ajo, inflamación y estrés oxidativo
Uno de los efectos más consistentes del ajo en los estudios clínicos es su capacidad antioxidante.
El extracto de ajo añejado ha demostrado reducir la producción de radicales libres y mejorar la función endotelial, un marcador temprano de salud cardiovascular.
📌 En un ensayo clínico doble ciego con pacientes con obesidad, 400 mg diarios de extracto de ajo mejoraron el estado antioxidante y redujeron el riesgo cardiovascular en solo tres meses.
🛑Pero los resultados reportados se basan en que un grupo alcanzó resultados significativos y el otro no. Un error terrible de interpretación 😢.
Además, el ajo también parece actuar como antiinflamatorio natural. En pacientes con enfermedad renal en etapa terminal, 400 mg dos veces al día redujeron marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva y la interleucina-6.
Un metaanálisis posterior confirmó que el ajo puede disminuir niveles de TNF-alfa y PCR, aunque no todas las citoquinas inflamatorias respondieron del mismo modo.
👍Aquí sí se tuvo en cuenta la diferencia entre los grupos 😎.
🎞️👆 Efecto del ajo sobre los niveles de proteína C reactiva (PCR) Metaanálisis que muestra el efecto del ajo en la concentración de PCR, un marcador inflamatorio. Cada línea representa un estudio individual, con el punto medio indicando el efecto medio ponderado (WMD) y las líneas horizontales su intervalo de confianza del 95 %.
Un valor negativo indica una reducción de la PCR. La mayoría de los estudios muestran una tendencia hacia la reducción de PCR, aunque no todos alcanzan significación estadística individual.
El efecto global combinado (rombo blanco) sugiere que el ajo reduce significativamente los niveles de PCR en comparación con el control (WMD = -0.61; IC 95 %: -1.12 a -0.11), con heterogeneidad moderada-alta entre estudios (I² = 76.9 %, p < 0.001).
Ajo y perfil lipídico: ¿puede reducir el colesterol?
Diversos estudios han encontrado que el ajo puede tener un efecto positivo en el perfil lipídico.
Se ha observado una reducción en los niveles de colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos, aunque los efectos no son espectaculares ni siempre consistentes.
📌 Un estudio con pacientes con hipercolesterolemia mostró que 6 gramos de ajo negro al día durante cuatro semanas redujeron significativamente la glucosa en ayunas y los triglicéridos.
🛑Pero, otra vez, los resultados se basan en comparaciones dentro de los grupos 😢.
🎞️👆 La tabla muestra los cambios en colesterol total, triglicéridos, HDL y LDL durante 28 días en grupos que recibieron Allicor o placebo, en monoterapia o terapia combinada. Los asteriscos indican diferencias significativas respecto al valor basal (p ≤ 0,05), pero solo dentro del mismo grupo.
Este enfoque —comparar cada grupo con su propia línea base (comparación intragrupo)— es incorrecto en estudios con grupo control, ya que no permite aislar el efecto de la intervención. Lo adecuado es comparar los cambios entre grupos (intergrupo), ya que un cambio significativo dentro del grupo tratado podría deberse a regresión a la media, efecto placebo u otros factores no controlados.
¿Tiene el ajo propiedades anticancerígenas?
Uno de los mitos más extendidos es que el ajo puede prevenir ciertos tipos de cáncer. Aunque los estudios observacionales han encontrado asociaciones entre el consumo habitual de ajo y una menor incidencia de cáncer de colon, próstata, esófago o laringe, la evidencia clínica directa es limitada.
📌 Un ensayo clínico frecuentemente citado no encontró diferencias significativas entre los grupos intervenidos con ajo y los controles en la prevención del cáncer colorectal.
🎞️👆 En este ensayo clínico se evaluaron los efectos del tratamiento para H. pylori, el ajo y los suplementos vitamínicos en la progresión de lesiones gástricas precancerosas. Aunque se observaron beneficios estadísticamente significativos para el tratamiento antibiótico, no se hallaron efectos significativos para el ajo o las vitaminas.
Sin embargo, este resultado se basa únicamente en la ausencia de significación estadística en las comparaciones individuales, sin considerar si la diferencia entre los grupos tratados y el placebo fue estadísticamente distinta.
❌ Este enfoque es incorrecto: no se puede concluir que dos tratamientos tengan efectos similares o nulos solo porque uno es significativo y el otro no. Lo correcto es realizar una comparación directa entre los grupos (interacción o análisis intergrupo). En este caso, concluir que el ajo no tiene efectos beneficiosos puede ser erróneo si no se ha comprobado que los resultados difieren significativamente respecto al placebo.
Tal como ocurre en este estudio, muchos de los supuestos beneficios se basan en análisis intragrupo o en estudios con limitaciones importantes.
Por tanto, aunque los compuestos del ajo tienen propiedades que podrían justificar una acción anticancerígena, la evidencia en humanos es débil y debe interpretarse con cautela.
Ajo para el pelo y la piel
En muchas revisiones se mencionan efectos positivos del ajo sobre aspectos como la salud de la piel, la salud ósea o incluso el crecimiento del cabello.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos beneficios se basan en estudios preclínicos, observaciones anecdóticas o hipótesis no contrastadas en ensayos clínicos de calidad.
Esto no significa que el ajo no tenga ningún efecto sobre estas áreas, pero sí que no podemos afirmar aún que su consumo tenga un impacto clínicamente relevante.
En conclusión, ¿deberíamos comer ajo a diario?
La respuesta puede ser que sí, pero no porque sea una panacea, sino porque es un alimento sabroso, accesible, sin efectos adversos importantes y con un balance riesgo-beneficio claramente favorable.
Su inclusión en la dieta puede contribuir, de forma modesta, a una mejor salud cardiovascular y metabólica, siempre que forme parte de un patrón dietético saludable y variado.
Lo que no debemos hacer es exagerar sus efectos en base a estudios mecanísticos o ensayos de baja calidad.
🔍 La ciencia aún está investigando hasta qué punto sus compuestos tienen un efecto clínicamente significativo, y los resultados más prometedores se dan en contextos específicos, como pacientes con inflamación crónica o perfiles lipídicos alterados.
