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Como la enfermedad inflamatoria intestinal, de ahora en adelante “EII” afecta el sistema digestivo, muchas personas naturalmente se preguntan si existe un posible vínculo entre la dieta y la EII.
Se han realizado una cantidad considerable de investigaciones para buscar una conexión, y los científicos han investigado una amplia gama de alimentos y nutrientes para ver si desempeñan un papel en el desarrollo de la enfermedad.

En este artículo veremos qué dice la ciencia al respecto.
¿Qué es la EII?
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un término utilizado para dos enfermedades específicas y separadas: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Las recomendaciones nutricionales son diferentes para cada enfermedad y para cada paciente individual.
Definiciones de enfermedades
- Enfermedad de Crohn. La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria crónica de causa desconocida que puede afectar cualquier porción del tracto digestivo. La inflamación puede extenderse completamente a través de la pared intestinal, lo que a menudo produce diarrea, estenosis (estrechamiento), fístulas (apertura anormal), malabsorción y la necesidad de resecciones quirúrgicas de partes del tracto digestivo.
- Colitis ulcerosa. La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria del colon o intestino grueso, que suele ir acompañada de diarrea con sangre. Esta inflamación no atraviesa toda la pared del intestino y por tanto no produce fístulas. Sin embargo, la inflamación extensa puede eventualmente requerir cirugía para extirpar el área afectada

¿Cómo afecta la EII a la dieta?
La enfermedad de Crohn y la colitis interfieren con la capacidad del cuerpo para digerir los alimentos, absorber nutrientes y eliminar los desechos de forma saludable. Cuando come y bebe, los alimentos viajan a través del tracto gastrointestinal, también conocido como sistema digestivo.
Con la enfermedad de Crohn, la inflamación puede ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal. Por lo general, puede presentarse en cualquier lugar, desde la boca hasta el ano, impidiendo la correcta absorción de los nutrientes de los alimentos ingeridos.
En la colitis, la inflamación suele ser sólo en el colon y abarca desde todo el colon hasta una enfermedad limitada del recto y el ano. La función del colon es absorber agua de los alimentos que has digerido, pero cuando el colon se inflama, las heces que pasan por el ano quedan acuosas, provocando diarrea.
Visto todo esto, es fundamental llevar una dieta bien equilibrada para asegurarte de obtener una variedad de nutrientes que ayuden a tu cuerpo a crecer y estar saludable. Dado que la EII es una enfermedad crónica, puede activarse, un período llamado “brote”, o puede permanecer inactiva, un período llamado “remisión”.
Tu dieta durante un brote podría ser diferente de su dieta durante la remisión. Ciertas opciones de carne, grasas, azúcares y alimentos procesados que son típicas de la dieta occidental se asocian con un mayor riesgo de desarrollar EII.
Alimentos desencadenantes
Un alimento desencadenante se considera un alimento que puede empeorar los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como diarrea, hinchazón, vómitos, etc. Esto puede ocurrir inmediatamente o varios días después.
Algunas personas con EII dicen que tienen una larga lista de alimentos desencadenantes, mientras que otras dicen que no tienen ninguno… y algunas aún no han podido determinar si tienen alguno.
Desafortunadamente, debido a la naturaleza individual de la EII, no existe una lista de alimentos que la mayoría de las personas consideran que desencadenan sus síntomas. Parece ser algo único, aunque puede haber algunas tendencias.

Alimentos grasos y EII
Los alimentos grasos son aquellos que se consideran ricos en grasas.
Éstas incluyen:
- Manteca
- Mayonesa
- Nata
- Aceites
- Patatas fritas
- Pasteles
- Comida frita
- Salchichas
- Queso
- Helado y batidos
- Pizza
A menudo es la grasa de los alimentos la que les da sabor (razón por la cual a menudo nos sentimos atraídos por comer alimentos grasos). Nuestro cuerpo necesita una pequeña cantidad de grasa para proporcionar ácidos grasos esenciales y ayudar a digerir las vitaminas liposolubles (A, D, E y K).
Los principales tipos de grasas que se encuentran en los alimentos son las grasas saturadas e insaturadas. Son las grasas saturadas las que generalmente se consideran las menos saludables de los dos tipos de grasas. Los alimentos que contienen grasas saturadas incluyen salchichas, mantequilla, manteca de cerdo, nata, galletas y aceite de palma.
Es recomendable reducir el consumo de grasas saturadas y pasar a comer más grasas insaturadas, que incluyen alimentos como aceite de oliva, aguacates, nueces, almendras, semillas, salmón, carnes magras y sardinas.

Alimentos procesados y EII
Un alimento procesado es cualquier alimento que ha sido alterado de su estado natural. Ejemplos comunes de alimentos procesados incluyen:
- Pan
- Cereales de desayuno
- Queso
- Alimentos preparados (por ejemplo, comidas para microondas)
- Frutas y verduras enlatadas
Algunos alimentos pueden haber sido procesados simplemente cortándolos previamente, congelándolos, horneándolos o secándolos (procesados mecánicamente), mientras que a otros se les pueden haber agregado otros ingredientes, como sal, azúcar, aditivos y conservantes, cuando fueron procesados (procesados químicamente).
Los alimentos procesados suelen tener mala prensa, pero es importante comprender que no todos los alimentos procesados son necesariamente malos para la salud; por ejemplo, un paquete de verduras previamente picadas no es malo (a menos que hayan recibido una gran cantidad de se les añaden conservantes). Pero un plato preparado lleno de sal, azúcar y otros aditivos no es tan bueno.
Para obtener más información sobre los alimentos que consumes, debes leer las etiquetas de los alimentos y mirar la lista de ingredientes en la parte posterior. Al hacer esto, podrás saber rápidamente si un alimento acaba de ser procesado mecánicamente (como picado o molido) o químicamente (agregando otros ingredientes).
Por supuesto, la mejor manera de asegurarse de no comer alimentos procesados es comprando sólo ingredientes frescos en su forma original, pero eso no siempre es posible (ni siempre conveniente).
¿Cómo afectan los alimentos procesados al organismo?
Los alimentos procesados químicamente pueden afectar al cuerpo de varias maneras dependiendo de lo que se les haya agregado durante el procesamiento:
- Azúcar: a menudo se añade azúcar al pan, a las salsas para pasta y a otros alimentos. Hay una serie de procesos que tienen lugar cuando nuestro cuerpo ingiere azúcar y un exceso de azúcar puede provocar una serie de problemas y enfermedades.
- A menudo se añaden aditivos que hacen que la comida sea tan atractiva para nuestro cerebro que queremos comer más. Esto puede provocar obesidad y adicción a la comida, las cuales tienen graves consecuencias para la salud.
- Ingredientes artificiales: conservantes, colorantes, saborizantes, texturizantes. Todos estos son productos químicos que se han creado para realizar una determinada función en los alimentos (como añadir color, sabor o textura). Se han planteado muchas preocupaciones de salud sobre los diferentes tipos de sustancias químicas agregadas a nuestros alimentos procesados.
- Carbohidratos refinados. Los carbohidratos refinados contienen calorías vacías y no proporcionan los nutrientes que necesita el cuerpo.
- Grasas añadidas como grasas trans y aceites vegetales procesados. Comer este tipo de grasas puede estimular procesos inflamatorios en el cuerpo y también se han relacionado con problemas de salud como enfermedades cardíacas y arteriales.
- Sal (sodio): demasiada sal puede aumentar la presión arterial, lo que puede ponerlo en riesgo de sufrir problemas como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares
Alimentos procesados y EII
Se han realizado algunos estudios relacionados con la EII y los químicos que se agregan a los alimentos procesados.
🔍 Una investigación de 2016 concluyó que los aditivos alimentarios industriales están desempeñando un papel en el aumento de enfermedades autoinmunes, como la EII. El estudio enumera aditivos como la glucosa, la sal, los emulsionantes, los disolventes orgánicos, el gluten, la transglutaminasa microbiana y las nanopartículas como factores que desempeñan un papel.
Muchos alimentos procesados también son bajos en nutrientes, por lo que si tienes desnutrición o deficiencias nutricionales como resultado de tu EII, los alimentos procesados no te ayudarán a resolver este problema.
Cuando los alimentos están altamente procesados, a menudo se añaden otros alimentos o sustancias químicas que pueden ser alimentos “desencadenantes” de los síntomas de la EII en algunas personas, como azúcar, gluten y sustancias que contienen lácteos.

Gluten y EII
El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y el triticale. Hace que el pan sea esponjoso y la masa pegajosa. Es un ingrediente común en muchos alimentos, incluidos muchos que no esperarías.
Se encuentra comúnmente en:
- Pan
- Pasta
- Tartas y pasteles
- Cereales
- Sopas
- Salsas
- Alimentos que contienen malta (como vinagre)
- Cerveza
- Salsa de soja
- La avena puede contener trazas de gluten
Muchas personas con EII (tanto enfermedad de Crohn como colitis ulcerosa) evitan el gluten de su dieta después de descubrir que es un alimento “desencadenante” para ellos.
Hay varias razones por las que esto puede ser:
- Es posible que tengas enfermedad celíaca no diagnosticada. La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune, al igual que la enfermedad inflamatoria intestinal. Si ya tienes una condición autoinmune, es más probable que tengas otra. Un estudio de 2011 también demostró que las personas con enfermedad de Crohn están genéticamente más predispuestas a la enfermedad celíaca
- Tienes alergia o sensibilidad al gluten no diagnosticada.
- Tienes síndrome del intestino permeable y el gluten contribuye a ello. El intestino permeable es una afección en la que la membrana del intestino delgado se ha vuelto porosa (o permeable), lo que permite que toxinas, microbios, partículas de alimentos no digeridos y anticuerpos pasen a través del cuerpo y viajen por el torrente sanguíneo. Si las personas son sensibles al gluten, las delicadas membranas intestinales pueden irritarse con el gluten, lo que puede contribuir al intestino permeable. Los síntomas del intestino permeable incluyen hinchazón, gases, calambres, sensibilidad a los alimentos y dolores y molestias. También se ha relacionado con afecciones como el eccema, la artritis inflamatoria y la fatiga crónica.
- El trigo que comemos hoy es diferente del trigo que comían nuestros abuelos (y sus abuelos antes que ellos). Hemos desarrollado el trigo para que sea más resistente cuando crece. Esto significa que alrededor del 5 % de las proteínas que se encuentran hoy en nuestro trigo son nuevas y es posible que nuestro intestino no se haya adaptado para procesarlas, lo que podría causar problemas a algunas personas
Muchas personas con EII han intentado eliminar el gluten de su dieta.
🔍 Un estudio transversal realizado en 2014 encontró que “el 65,6 % de todos los pacientes que intentaron una dieta sin gluten describieron una mejoría de sus síntomas gastrointestinales y el 38,3 % reportaron menos o menos brotes de EII.
Si decides eliminar el gluten y/o el trigo de tu dieta debes hacerlo bajo la orientación de un profesional sanitario espacializado y es importante eliminarlo al 100 % de tu dieta durante al menos 30 días. Si eres sensible al gluten, incluso una pequeña cantidad podría provocar una respuesta inmunitaria que podría desencadenar los síntomas que estabas experimentando. Si descubres que no hay cambios en tus síntomas, es posible que no seas sensible al gluten y pueda reintroducirlo.
Cuando algunas personas dejan de consumir gluten, descubren que pasan por un período de “abstinencia de gluten” que puede causar síntomas como confusión mental, dolor de estómago, dolores de cabeza y mareos. Estos síntomas son temporales a medida que tu cuerpo se adapta (y pueden indicar que tienes sensibilidad al gluten).

Lácteos y EII
Los productos lácteos son alimentos elaborados a partir de leche animal. Incluyen leche, queso, mantequilla, suero, nata y yogur.
Muchas personas con EII informan que sus síntomas empeoran después de consumir productos lácteos. Un estudio demostró que en los pacientes con colitis ulcerosa la frecuencia de intolerancia a la lactosa era del 28,6 %, y entre los pacientes con enfermedad de Crohn el 35,3 % se consideraban intolerantes.
Se desconocen las razones exactas de esto. Si experimentas síntomas después de consumir lácteos podría ser porque eres alérgico o sensible a la lactosa o caseína.
También se cree que algunas personas con EII (particularmente aquellas con enfermedad de Crohn que afecta el intestino delgado) tienen una interrupción en la producción de lactasa (que es necesaria para descomponer la lactosa), particularmente cuando tienen un brote. Esta interrupción puede ser temporal o permanente.
Si crees que los lácteos te están causando problemas, debes hablar con un profesional sanitario especializado.

Solanáceas y EII
Las solanáceas son frutas y verduras que pertenecen a la familia de las solanáceas del género Solanum. Hay más de 2000 especies e incluyen:
- Patatas (no batatas)
- Tomates
- Pimientos (pimientos morrones, chiles, pimentón, pimientos, cayena)
- Berenjena
- Bayas de Goji
Se han realizado una cantidad limitada de estudios en relación con el efecto que las solanáceas pueden tener en el cuerpo humano. Uno de estos estudios ha demostrado que los glicoalcaloides de la patata pueden agravar la EII.
También se cree que son un alimento inflamatorio y desencadenan una respuesta inmunitaria, lo que podría agravar la EII.
Algunas personas optan por eliminar las solanáceas de su dieta por un tiempo para ver si se sienten diferentes. Esta es una decisión personal. Si decides hacer esto, debes asegurarte de seguir una dieta equilibrada que incluya otras frutas y verduras.

Azúcar y EII
El azúcar es un ingrediente natural que se encuentra en muchos alimentos, pero también se agrega a algunos alimentos durante el proceso de fabricación.
Hay diferentes tipos de azúcar:
- Glucosa: este es un azúcar simple que se encuentra naturalmente en plantas y frutas
- Fructosa: es un azúcar simple que se encuentra naturalmente en las frutas
- Sacarosa: este es un azúcar más complejo que se encuentra en la caña de azúcar, las raíces de la remolacha azucarera y algunas frutas y plantas
- Lactosa: se encuentra en la leche y los lácteos
Algunas personas con EII evitan los azúcares añadidos en su dieta y descubren que les ayuda a controlar sus síntomas. No se sabe exactamente por qué esto puede funcionar para estas personas, pero algunas razones incluyen:
- El azúcar puede cambiar el equilibrio de las bacterias en el intestino. Actualmente se están realizando muchas investigaciones sobre el vínculo entre las bacterias intestinales y la EII. Algunas personas creen que tener un equilibrio incorrecto de bacterias intestinales puede agravar los síntomas de la EII.
- Comer azúcar procesada puede provocar una respuesta inflamatoria en el cuerpo. Cuando los azúcares ingresan a tu cuerpo, tu nivel de azúcar en sangre aumenta y, a su vez, aumentan los mensajeros inflamatorios (conocidos como citocinas), lo que causa inflamación en tu cuerpo; no es una buena noticia para las personas que ya tienen una inflamación elevada debido a su EII

Cafeína y EII
La cafeína es una sustancia que estimula el sistema nervioso central del cuerpo. Se encuentra naturalmente en algunas plantas y se cosecha para crear bebidas y alimentos estimulantes.
Los alimentos y bebidas que suelen contener cafeína incluyen:
- Té
- Café
- Refrescos como Coca Cola
- Bebidas estimulantes como Red Bull
- Chocolate (incluidas bebidas de chocolate caliente)
- Algunas barritas proteicas
- Helado y yogur con sabor a café
- El café y el té descafeinado aún pueden contener algo de cafeína
Las guías de práctica clínica recomiendan que las personas con EII eviten la cafeína, aunque hay muy poca evidencia específica que relacione la cafeína con la causa o el empeoramiento de los síntomas de la EII.
Algunas personas optan por evitarlo debido a algunos de los efectos secundarios que puede tener y que pueden afectar su EII.
- Algunas personas con EII usan cafeína como estimulante para ayudarse cuando se sienten fatigadas. Aunque esto puede dar un impulso de energía durante un corto tiempo, después se producirá un “desplome” de energía. Esto lleva a que la gente beba más café para combatir los efectos.
- Como la cafeína puede provocar una micción más frecuente, podría contribuir a la deshidratación; esto es algo que debes tener especialmente en cuenta si sufres de diarrea.
- Se ha descubierto que el café promueve el reflujo gastroesofágico (ERGE). Los síntomas incluyen reflujo ácido, acidez de estómago y estrechamiento del esófago que dificulta la respiración. Si ya sufres estos síntomas con EII, el café puede contribuir aún más a ellos.
- Se cree que el café estimula la actividad intestinal. Si ya tiene deposiciones frecuentes, el café puede contribuir aún más a ellas.
- La cafeína puede suprimir el apetito. Si sufres desnutrición, debes tener precaución con esto.
- La cafeína puede afectar el sueño en algunas personas. Si ya tienes dificultades para dormir debido a la EII, intentar eliminar la cafeína para ver si le ayuda.
- La cafeína eleva las hormonas del estrés en el cuerpo. Esto hace que la sangre se desvíe del estómago y puede interferir con la digestión

Alcohol Y EII
El alcohol que bebemos se conoce como alcohol etílico (etanol) y se produce mediante la fermentación de granos o frutas. Se encuentra en muchas bebidas alcohólicas diferentes, entre ellas:
- Vino
- Cerveza
- Sidra
- Bebidas destiladas
Las guías de práctica clínica recomiendan que las personas con EII eviten el alcohol. Algunas personas con EII informan que el alcohol sí afecta la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, mientras que otras sienten que no. Si eliges beber es tu propia decisión. También debes tener en cuenta algunos de los otros efectos que el consumo de alcohol tiene sobre la salud al tomar tu decisión.
Ha habido algunos estudios que se relacionan específicamente con el consumo de alcohol y la EII.
Un estudio encontró que “el consumo de alcohol puede reducir la incidencia de la colitis ulcerosa” antes de la aparición de la enfermedad. Sin embargo, otros estudios han encontrado que el alcohol podría tener un impacto negativo en la EII una vez que se desarrolla.
Otro estudio informó que el 75 % de las personas con EII que participaron en el estudio informaron un empeoramiento de los síntomas gastrointestinales con el consumo de alcohol.
Algunos de los otros efectos secundarios que puede causar el alcohol incluyen:
- Anemia, que también es una queja común entre las personas con EII.
- Empeorar la enfermedad hepática existente: la enfermedad hepática crónica es una complicación grave de la EII.
- Los efectos a corto plazo del alcohol pueden provocar diarrea, vómitos y somnolencia; Los efectos a largo plazo incluyen úlceras, gastritis (inflamación de las paredes del estómago) y desnutrición. Todos estos son síntomas que las personas con EII pueden ya sufrir y no quieren que empeoren.
- El alcohol también puede interactuar con algunos medicamentos que se toman para ayudar a controlar la EII.

Comida picante y EII
La comida picante a menudo se elabora con alimentos que contienen capsaicina. Cuando se ingiere, la capsaicina reacciona con los receptores del dolor en la lengua y hace que sienta como si ardiese la boca.
Los alimentos que contienen capsaicina incluyen:
- Chiles
- Chile en polvo
- Pimentón
- Pimienta cayena
- Pimientos
Todos estos son miembros de la familia de las solanáceas.
Otros alimentos utilizados para crear especias incluyen:
- Pimienta negra
- Nuez moscada
- Clavos de olor
- Mostaza
- Rábano picante
Hay muy pocos datos sobre el efecto que la comida picante puede tener en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) o en el tracto gastrointestinal (GI). Algunas personas informan dolor en el tracto gastrointestinal o calambres estomacales, hinchazón y diarrea después de comer alimentos picantes y los evitan debido a esto. Esto puede deberse al aumento del ácido del estómago que se produce cuando se ingiere comida picante.
🔍 Los investigadores que analizaron las prácticas dietéticas de un grupo de personas con EII descubrieron que el 41 % de las personas que participaron consideraban que la comida picante empeoraba los síntomas.
Otra razón por la que muchas personas con EII, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, encuentran que algunos alimentos picantes desencadenan sus síntomas es porque pueden ser sensibles a los alimentos que contienen solanáceas.

Alimentos ricos en histamina
Los estudios en personas con EII han demostrado que tienen un aumento de mastocitos en el intestino. Los mastocitos son tipos de glóbulos blancos ricos en histamina y forman parte del sistema inmunológico. Son responsables de las reacciones alérgicas dentro del cuerpo. Cuando hay una mayor cantidad de mastocitos en un área (lo que se observa en personas con EII), se crea una mayor cantidad de mediadores inflamatorios cuando surge una amenaza. Con el tiempo, esto puede provocar una acumulación de histamina.
El cuerpo utiliza la enzima DAO (diamina oxidasa) para descomponer la histamina. Por lo general, se encuentran grandes cantidades de esta enzima en el intestino. Sin embargo, cualquier persona que tenga problemas intestinales puede tener una deficiencia de esta enzima o simplemente no estar funcionando debidamente. Esto significa que cada vez que ingieres alimentos que contienen histamina, pudiera estar provocando que los niveles se acumulen más y puede estar contribuyendo a la acumulación inflamatoria.
Entonces, ¿qué alimentos contienen histamina?
- Vino tinto, cerveza, queso fermentado, marisco, tomate, pollo, espinacas, chorizo, chocolate, verduras fermentadas y salsa de soja.
Cada uno reaccionará de manera diferente a estos alimentos, por lo que intentaría eliminar primero los que creas que no te sientan bien y evitar comerlos todos al mismo tiempo, ya que no sabrás cuáles están bien o no.

Lectinas
Las lectinas son un tipo de proteína que se encuentra principalmente en legumbres y cereales crudos. Son capaces de unirse a las membranas de nuestras células y son resistentes a ser descompuestos dentro de nuestro intestino.
Esto puede hacer que las bacterias de nuestro intestino se vean afectadas, lo que luego permite que las lectinas atraviesen las paredes del intestino. Una vez que esto sucede, pueden ingresar a nuestro sistema circulatorio y luego causar respuestas inmunes. Si ya te encuentras en un estado inmunológico elevado, consumir lectinas dietéticas solo aumentará la carga. Es posible que sea interesante intentar eliminar los siguientes alimentos:
- Lentejas
- Cacahuetes
- Tomates
- Trigo
- Soja
- Maíz

Conclusiones
Como hemos podido ver son numerosos los alimentos que pueden afectar en la EII. Es posible que quieras probar y evitar los alimentos anteriores si sabes que tienes un aumento de la inflamación (brote).
Intentaría eliminarlos uno a la vez para que puedas controlar cualquier cambio en tus síntomas. Si intentas hacerlo todo a la vez, no sabrás cuál funcionó mejor, ya que es posible que puedas consumir algunos alimentos en dosis más pequeñas. Aunque sin ninguna duda y viendo que es una enfermedad que nos puede limitar bastante, lo más recomendable y sensato sería acudir a un dietista, nutricionista o endocrino especializado en digestivo.